IA Generativa y periodismo
Compartimos Interesantes reflexiones de Miguel Ormaetxea, publicadas en media-tics.
1.-No estamos hablando tan solo de una herramienta aplicable al periodismo y a los medios de comunicación, sino de una tecnología totalmente disruptiva, que algunos expertos comparan con el dominio del fuego para los humanos. Las derivadas de este hecho son intrínsecamente impredecibles, en un contexto de progreso exponencial, difícil de comprender y seguir en el estado actual del avance tecnológico.
Y esto sucede cuando la tecnología es la clave del futuro, como han puesto de relieve los mejores expertos que tenemos en España. Por ejemplo, la muy interesante conferencia que dio recientemente el general de brigada Miguel Angel Ballesteros, hasta hace poco director del Departamento de Seguridad Nacional de la Presidencia del Gobierno, en el reducido ámbito del Club de Amigos de la Sociedad de la Información.
2.- El razonamiento de Hinton. Considerado el padrino de la IA, Geoffrey Hinton es de las personas más informadas sobre este tema y también de los más preocupados sobre los peligros de fomentar la superinteligencia. La afirmación fundamental de Hinton es que la computación digital de aprendizaje profundo está mejor optimizada para adquirir un conocimiento expansivo de la computación analógica y de la mente biológica y, por tanto, algún día prevalecerá. Los chatbots como GPT-4 o GEMINI pueden aprender miles de veces más que cualquier persona. Una vez alcanzada una determinada cadena de pensamiento y razonamiento, la superinteligencia sería capaz de impulsarse a sí misma de forma autónoma, fijando sus propios objetivos y orientación. “Alguna vez fuimos más inteligentes que los animales. Ahora las máquinas son más inteligentes que nosotros,” concluye Hinton.
Coincide con Sam Altman, el prestigioso CEO de Open AI, que viene advirtiéndonos sobre los potenciales peligros de la IA Generativa. Altman ha invertido recientemente 180 millones de dólares en dos empresas basadas en IA generativa. Una de ellas, Retro Biosciences tiene como objetivo principal logra aplazar la muerte, previniendo múltiples enfermedades relacionadas con la edad.
3.- Las grandes empresas de medios de comunicación y periodismo están empezando a invertir masivamente en IA generativa. Por ejemplo, la empresa propietaria Reuters prevé gastar 100 millones de dólares anuales sobre un fondo de dinero disponible de unos 8 mil millones. Espera transformar los negocios de profesionales, especialmente abogados y contables. Ha desembolsado en los últimos ocho meses en torno a 2.000 millones de dólares para comprar varias empresas con capacidades vinculadas a la Inteligencia Artificial.
4.- El Future Today Institute ha llevado a cabo un extenso trabajo para tratar de revelar las amenazas y oportunidades que los medios deberían acometer para navegar con éxito en un entorno marcado por el avance de la Inteligencia Artificial. Entre las amenazas destaca una creciente competencia en los ingresos por lectores, lo que es un peligro para aquellos medios que dependen en exceso de las audiencias. Prevé una disminución del tráfico de referencia por parte de buscadores. Destaca que la confianza y la credibilidad serán cada vez más importantes para los medios de comunicación. En este contexto, habrá dificultades para seguir la innovación. Los editores con recursos limitados encuentran obstáculos para mantenerse al día.
Entre las oportunidades, el instituto destaca la posibilidad para los medios de monetizar sus archivos históricos. Deberán fortalecer relaciones duraderas en un entorno de baja confianza en las marcas informativas. Deberán esforzarse en el desarrollo de productos innovadores., apoyándose en herramientas de Inteligencia Artificial avanzadas. Pero recomienda no dejarse cegar por la tecnología.
Fuente: media-tics.
¿Quiénes lideran la carrera de la
Inteligencia Artificial en el mundo ?
Para ambos, la Inteligencia Artificial es una cuestión estratégica, además de un capítulo más en su rivalidad por el liderazgo económico global. Aunque en parte solo es un sector más dentro de sus esfuerzos por liderar el desarrollo tecnológico en general.
El líder en tecnología sigue siendo Estados Unidos, que destina el 3,33 % de su PIB a esta compleja industria. Aunque China pisa fuerte y ya destina el 2,16 % de su propio PIB. Muy por detrás está Europa, que solo destina el 1,66 % de un PIB similar al de Estados Unidos (más de 11 billones de euros de Europa -Zona Euro- frente a los más de 17 billones estadounidenses) y bastante superior al de China (alrededor de 10,8 billones, según ‘Datosmacro’).
Inteligencia Artificial en Europa
Ahora, un informe de McKinsey citado por ‘El Mundo’ cifra en 2,7 billones de euros el potencial aumento del PIB de la Unión Europea si el continente invirtiera en tecnología, y especialmente en IA, a la altura de Estados Unidos y China. Es decir: casi tendría que duplicar su partida para alcanzar la cifra estadounidense. Pero, de igualar a los norteamericanos, sumaría otros 900.000 millones de euros hasta 2030, generando en total más de 3,6 billones de euros en aumento del PIB. Gracias a la tecnología y a no quedarse detrás en una carrera que los líderes se han tomado muy en serio. De hecho, en Estados Unidos ya se genera el 38 % de los beneficios industriales por la vía digital, frente al 28 % de Europa.
El caso es que la Unión Europea, por sus características actuales -una inacabada convergencia a todos los niveles-, muestra disparidades que perjudican a la carrera. El hecho de que no sea un país, sino un conjunto de países con sus propias políticas y objetivos nacionales, impide que se alcance el potencial necesario para competir en igualdad de condiciones con los líderes de un mundo global en el que mandan las superpotencias.
Buen ejemplo de ello es que Finlandia sí destina el 3 % de su Producto Interior Bruto a la tecnología, una cifra similar a la de Suecia (2,8 %) o a la de los Países Bajos (2,6 %), mientras que España apenas dedica el 1,3 % de su PIB y Grecia, el 1,1 %. Si bien los países que están a la cola se benefician en cierto modo de los planes de la Unión Europea para dominar la Inteligencia Artificial, lo cierto es que con una inadecuada inversión no lograrán fomentar en su territorio el alumbramiento de compañías especializadas en este prometedor sector. Aunque siempre hay excepciones que se deben más al talento y determinación de sus fundadores que al fomento a nivel de país. En España está Sherpa, un aspirante a unicornio que se observa de cerca en la industria porque mira a la cara a Google y Amazon, las compañías que lideran la IA a nivel de consumo. Pero queda mucho por hacer en un sector que está tan en pañales, que supone una oportunidad única en la historia por posicionarse correctamente en las industrias del futuro. ¿Nos daremos cuenta de algo?
Editores y periodistas en 2020: la verdadera revolución comienza ahora
El avance acelerado y sin pausa de los medios digitales, más la irrupción de las redes sociales, hoy podemos acceder de manera inmediata a las noticias del mundo. Mientras que han puesto en «jaque» a los medios tradicionales de «papel».
Magnífico artículo de Miguel Ormaetxea en media-tics.
Hasta Warren Buffet tira la toalla. En 2012 compró 63 diarios de EEUU y anunció mantener sus posiciones «para siempre». Los acaba de vender. Ha dicho que la industria «está tostada» y ya no cree que el sector de los periódicos impresos pueda cambiar. La transición a Internet no ha funcionado en la inmensa mayoría de las cabeceras, con notables excepciones, a la cabeza de los cuales está en «New York Times», que ha cerrado el pasado año con 5.200.000 suscriptores de pago y 800 millones de beneficios, con 1.100 periodistas en plantilla. Las excepciones, que confirman la regla, brillan con deslumbrante luz, en medio de las tinieblas que desesperan a los gerentes, falta de visibilidad general en un negocio en total ocaso y miles de periodistas en el paro o dedicados a otra cosa. Se abre paso la evidencia de que la verdadera transición está por llegar y es probable que el actual año 2020 marcará pautas de un futuro que tendrá poco que ver con el presente.
Hace 25 años que aparecieron en EEUU los primeros medios digitales. Solo desde 2009, más de 20.000 profesionales que trabajaban en información han perdido su empleo. Por el contrario los medios digitales han triplicado sus plantillas en este periodo hasta situarse en 277.000 trabajadores en Estados Unidos. Pero hay un cierto espejismo: el fulgurante crecimiento de los medios digitales ha entrado en una pausa, con la publicidad ciñéndose de manera creciente a las plataformas gigantes como Google, Facebook y Amazon. Y si hablamos de la calidad informativa, la situación general, en todos los mercados más avanzados, es de un naufragio sin paliativos y sin precedentes. En medios de esta niebla, hay algunos puntos que tal vez ayuden a orientarnos.
-La información de alta calidad es una apuesta obligada, pero es cara de financiar y arriesgada. No acaba de aparecer el famoso «Netflix de las noticias», provisto de Inteligencia Artificial avanzada y robótica, para facilitar a cada persona la dieta informativa adecuada a sus intereses. O sea, agua potable en la gran inundación que nos tiene con el agua y el barro al cuello.
-Las fusiones y adquisiciones son un paso ineludible, ya están aquí, pero vamos a ver como estallan. En Estados Unidos esa música suena a todo volumen y por Europa veremos cosas impensables. Y en el caso de España, particularmente. Hay que ahorrar en costes y eso solo se logra con grandes volúmenes.
-Los diarios impresos van a dejar de ser diarios. Es un sinsentido que se impriman y se distribuyen las noticias del día de ayer. Miren ustedes las primeras páginas de los diarios nacionales en España: la inmensa mayoría de las noticias el publico las conoce de sobra por la TV, por Internet, por la radio, etc. Se empeñan en hacer el ridículo en los quioscos, ¿cuándo tomarán nota y verdaderas medidas en consecuencia? ¿Por qué se aferran al pasado?
-Se van a automatizar muchas funciones desarrolladas todavía por periodistas. Los profesionales de los medios tienen que apostar por la creatividad, por el riesgo, por la innovación a toda orquesta. Y por la tecnología, que será cada día más básica, más imprescindible, más revolucionaria. Los profesionales tenemos que abrazarnos al cambio tecnológico, encabezar la manifestación. Dejemos de hacernos las víctimas.
-El pago por contenidos es una estrategia ineludible, pero los muros de pago no salvarán a la prensa. Serán una ayuda y una brújula, pero con escasa incidencia en la cuenta de resultados. En España, particularmente, pasará tiempo antes de que la gente esté dispuesta a pagar de verdad por contenidos que están presentes por todas partes, muchas veces contenidos digitales que son poco más que un corta y pega de los que se ofrecen en papel. Y no piensen que la gente pagará por las columnas de opinión. La gente está aburrida de los opinadores.
-Las alianzas entre editores, nuevos creadores y anunciantes, es una necesidad y una tendencia ineludible. Las grandes plataformas que mencionamos anteriormente y otras que surgen se verán obligadas a ceñirse a regulaciones crecientes que se irán generalizando. Hay que construir alternativas sólidas con informaciones de calidad, datos, tecnologías nuevas como la realidad virtual, la Inteligencia Artificial, el blockchain, la robótica, etc.
-El inmovilismo de los editores españoles es suicida. El año pasado hemos asistido a un nuevo derrumbe sin paliativas de la prensa. Los datos del cierre del año son abrumadores y marcan el camino hacia la extinción, pero nadie parece reaccionar en consonancia con el panorama aterrador. En el 2007, las cuatro principales cabeceras nacionales difundían 1,15 millones de ejemplares, el año pasado, poco más de 300.000. Ese año, tan solo «El País» lanzaba más de 450.000. La publicidad tradicional está convertida en un saldo. Y las audiencias gigantescas de las ediciones web son una barullo y un camelo a partes iguales. La prensa deportiva cae a mayor velocidad aún que la generalista. Las revistas impresas quieren reinventarse, pero la innovación es corta, cara y demasiado tímida.
¿Seguimos?
Fuente: media-tics
¿ La Inteligencia Artificial llegará a reemplazar al periodismo tradicional ?
El debate está abierto y reúne entusiastas y detractores. Interesante artículo de Miguel Ángel Ossorio Vega en media-tics.
La Inteligencia Artificial (de momento) no sustituirá a los periodistas
¿Los periodistas llegarán a ser sustituidos por robots? La pregunta sobrevuela las ya de por sí temerosas redacciones de medio planeta, acosadas por una transformación digital que ha derrumbado los cimientos del negocio de los medios de comunicación y que no termina de ofrecer una alternativa viable. Pero no nos podemos engañar: las máquinas aprietan el paso y están llamadas a comerse más de una industria. La de los medios no escapa del fenómeno.
El periodismo se basa en cubrir información para recopilar datos, contextualizarlos y difundirlos. Este proceso, simplificado en su explicación, podría ser fácilmente automatizado en un importante número de casos. Algunos grandes medios y agencias de información ya lo hacen: una máquina se encarga de procesar información y publicarla automáticamente en tiempo real. Por el momento se restringe a una serie de temas muy concretos, desde resultados deportivos hasta el estado de la Bolsa o la información meteorológica. No se ha demostrado que un robot pueda, a día de hoy, elaborar un complejo reportaje de investigación. Quizás todo se andará.
El uso actual de robots en las redacciones se limita a esos experimentos y a algo bastante más real: ayudar a los periodistas. En tal caso, podríamos estar hablando de ‘cobots’, aquellas máquinas ideadas para colaborar con los humanos y facilitar su trabajo (aunque el término alude a máquinas físicas, no a un software). Puede entenderse como un paso intermedio hacia la conquista de su puesto de trabajo, pero a día de hoy es algo que ofrece beneficios tanto a la empresa como a los profesionales, al descargar a ambos de tareas de escaso valor pero tediosas de realizar.
Fuente: media-tics.com
Caída abrupta de publicidad en diarios y revistas de papel. Mientras los medios digitales reciben cada vez más inversión.
La Comisión Europea advierte sobre el peligro de la desinformación.
Miguel Ormaetxea de media-tics lo expone claramente en la siguiente nota:
El largo adiós a la publicidad en los diarios
Los ingresos por publicidad en los diarios de papel se están desvaneciendo en un proceso que ya parece inexorable. Y eso se produce en un contexto que mantiene aún grandes inercias que favorecen a los editores. Sucede en todos los mercados avanzados con datos apabullantes. En Estados Unidos, todos los diarios ingresaron por publicidad 13.330 millones de dólares en 2016, 9.760 millones este año 2018 que acaba y serán apenas 4.400 millones en 2022, según la última proyección de eMarketer. En España, los últimos datos de InfoAdex correspondientes a los nueve primeros meses de 2018, muestran una nueva caída generalizada de la inversión en prensa escrita, un 6,1 % menos, que se suma a once años de descensos sin final. La desinformación campa a sus anchas y es urgente hacer algo. No dejemos solos a los editores o la calidad de la democracia se irá por el mismo desagüe que la cuenta de resultados de los medios de comunicación.
La última estimación de eMarketer muestra un camino teñido de rojo: los ingresos publicitarios se hunden sin remisión (excluyendo la publicidad digital). Las revistas de papel pasarían de 12.160 millones de dólares de ingresos publicitarios en 2016 a poco más de 5.000 millones en la proyección al 2022. Los ingresos publicitarios en los móviles marcan la pauta: sobrepasarán los 23.000 millones de dólares en 2019, lo que representa 24.000 millones de dólares más que los ingresos de toda la televisión (69.170 millones). En el mercado americano, que es una guía de futuro sobre el mercado mundial, la publicidad digital alcanzará los 132.000 millones de dólares en el año entrante 2019, pero una vez más Google, Facebook y Amazon se llevarán la parte del león.
Según datos de la Asociación de Medios de Información (AMI) correspondientes a 2017, la prensa generalista ingresa por publicidad el doble que la digital. Los editores de prensa generalista ingresan 320 millones de euros en su publicidad de papel, mientras que ingresan 151 millones en sus ediciones digitales. Según el informe ‘Claves de la Información’ de la mencionada AMI, el precio medio por página de publicidad en papel desciende en 2018 a 1.395 euros. Los ingresos obtenidos por 1.000 usuarios multiplataforma se quedan en 70 euros, bajando de los 78,6 registrados en 2017 y los 84,9 de 2016.
Los grandes grupos de medios españoles están captando entre todos ellos en torno al 20 % de la publicidad digital que se mueve en España, según estimaciones de ‘Dircomfidencial’. Los cerca de 3.000 soportes de información digital que hay en España deben repartirse entre todos ellos otro 20 %. Google y Facebook aglutinan aproximadamente el 60 % del mercado de la publicidad digital en España.
Los periódicos están perdiendo rápidamente relevancia como formadores de opinión. Esta es una de las conclusiones de un monitor de medios realizado en Alemania y que recoge ‘Horizont.net’. Los diarios han caído del 22,7 en puntos porcentuales al 18,7 % en los últimos cinco años.
La Comisión Europea ha dado recientemente la voz de alarma por la peligrosa desinformación existente en el Viejo Continente. La desinformación, la falta de credibilidad de los medios y la omnipresencia de las redes sociales en el debate público suponen un problema acuciante, tal y como denuncia Miguel Castro, responsable de relaciones institucionales con medios de comunicación de la ‘Bill & Melinda Gates Foundation’, en un artículo publicado en ‘El País’. Se impone la necesidad de lo que se ha denominado «una estrategia europea para el sector de los medios de comunicación 2019-2024». A diferencia de otros sectores -señala Miguel Castro- desde la agricultura y el acero hasta los automóviles, nunca se ha acordado una estrategia económica para los medios de comunicación que implique la coordinación entre las iniciativas privadas y públicas. «Lo que necesitan los medios no son subvenciones, sino innovación y un modelo de negocio sostenible», señala Miguel Castro.
Fuente: media-tics.com
Ese problema llamado “fake news”
Un Estudio realizado por el European Communication Monitor (ECM) refleja que las amenazas llegan principalmente a través de las redes sociales.
Tal como lo señala el portal de noticias español media tics “el 22,5% de las organizaciones europeas se han visto afectadas por las noticias falsas en el último año, según el European Communication Monitor (ECM), en el que ha participado la Asociación de Directivos de Comunicación (Dircom). Sin embargo, solo el 12% ha puesto en marcha un plan para evitarlo, lo que demuestra el alto impacto de las informaciones engañosas pero el desconocimiento sobre sus verdaderos efectos y, sobre todo, acerca de la forma de evitarlas.”
El ECM, que ha entrevistado a 3.100 profesionales de la comunicación procedentes de 48 países, revela que el 81,3% de las noticias falsas procede de las redes sociales, aunque un 59,6% tiene su origen en medios de comunicación (aunque no se especifica su calidad).
Los países más afectados por la desinformación son Rusia (53,2% de las organizaciones se han visto afectadas), Serbia, Eslovenia y Polonia, países en los que se supera el 40%. Por el contrario, parecen inmunes Reino Unido, Francia, Noruega y República Checa, a pesar de los ríos de tinta que han corrido a causa del Brexit o del ascenso de la ultraderecha en el país galo. Su media es del 17%. Como países intermedios se sitúan Alemania, Países Bajos, Suecia y España, donde una de cada cinco organizaciones se han visto afectadas por este fenómeno.
El estudio destaca que las organizaciones más afectadas por las noticias falsas son las del sector público, administraciones y entidades políticas: el 44,6% ha sido impactada por fake news al menos una vez durante el periodo 2017-2018.
El estudio completo, que también revela datos como la satisfacción de los profesionales con su trabajo actual o su relación con el estrés, puede descargarse en este enlace.
Fuente: media-tics.com
Cómo la Inteligencia Artificial, la Realidad Aumentada, la Virtual y el Blockchain van a transformar el periodismo
Así lo revela un Informe realizado por McKinsey y el Foro Económico Mundial
A continuación, Miguel Ormaetxea, hace su análisis en media-tics.
El documento se titula «Disrupción creativa: el impacto de las tecnologías emergentes en la economía creativa», presenta los resultados de un proyecto conjunto realizado por McKinsey y el Foro Económico Mundial, que realizó más de 50 entrevistas con expertos de todo el mundo, así como tres talleres en China y EE.UU. La investigación indica que la IA, la Realidad Aumentada, la Realidad Virtual y la tecnología Blockchain van a revolucionar toda la economía creativa, especialmente el arte y el periodismo.
Según este documento, la IA que genera texto está ya muy difundida en el periodismo y es muy utilizada por los editores para ampliar su oferta. LaAssociated Press ha utilizado la IA para liberar alrededor del 20% del tiempo de los reporteros, con lo que la producción se ha multiplicado por diez. El diario ‘The Washington Post’ ha desarrollado su propia herramienta, Heliograf, para cubrir noticias deportivas y políticas. En su primer año, ha generado 70 artículos al mes, en su gran mayoría material que no ha precisado intervención humana.
El documento indica también que el Blockchain tiene el potencial de cambiar el nivel de control que los artistas tienen sobre su trabajo. Con esta tecnología se pueden programas los derechos de propiedad intelectual, los ingresos y pagos en contratos inteligentes que distribuyen de manera transparente los contenidos y los pagos, eliminando radicalmente a los intermediarios y suprimiendo casi totalmente la complejidad de los pagos.
También se afirma que la Realidad Artificial y Virtual «tienen la capacidad de proporcionar experiencias verdaderamente transformadoras al promover sentimientos, habilidades y comprensión, completamente novedosos y significativos».
Las predicciones afirman que los auriculares VR van a disminuir de precio un 15% cada año, al mismo tiempo que se liberan de su dependencia de los ordenadores, con lo que es de esperar que las tecnologías inmersivas se vuelvan progresivamente más disponibles para los consumidores en un nuevo mercado masivo.
El informe destaca que las plataformas tecnológicas son ahora las principales fuentes de referencia para los editores. Facebook y Google son responsables ya de alrededor del 70% del tráfico informativo. Pero el documento advierte también que estas plataformas no promueven necesariamente contenidos con altos valores artísticos o cívicos, sino más bien contenidos que resulten virales y comercialmente atractivos. McKinsey advierte que estas plataformas ejercen juicios «explícitamente editoriales» sobre los contenidos, decisiones que antes eran competencia de los medios tradicionales.
Cinco empresas, Google, Facebook, Alibaba, Baidu y Tencent reciben casi el 80% de los ingresos mundiales de la publicidad móvil y, según algunas estimaciones, casi el 90% del crecimiento va solo a dos empresas: Facebook y Google.
Un ejemplo de periodismo con Inteligencia Artificial lo tenemos en la startup ‘Knowherenews.com’, que combina tecnologías de aprendizaje automático y periodistas humanos para ofrecer datos sobre noticias populares. El editor en jefe y cofundador, Nathaniel Barling, explica que la IA primero elige una historia basada en lo que es popular en Internet en ese momento. Posteriormente busca más de 1.000 fuentes de noticias para reunir detalles, mirando sitios de tendencia izquierdista o derechista. Luego, la IA escribe su propia versión «imparcial» de la historia, a veces tan solo en 60 segundos, tomando también en cuenta la «fiabilidad» de cada fuente. Para algunas de las historias más políticas, la IA produce dos versiones adicionales, etiquetadas como «izquierda» y «derecha». Un par de editores humanos revisa cada historia. Las diferentes ediciones retroalimentan la IA, ayudándola a mejorar con el tiempo. Knowhere News acaba de recaudar 1,8 millones de dólares en fondos iniciales.